Situémonos. En los 70-80 Paul Ekman, un psicólogo nato en Washington DC hizo una investigación sobre expresión emocional. Y afirmaba, con más o menos éxito, que las expresiones faciales emocionales básicas son universales a prácticamente todos los seres humanos.
En el experimento se le propuso a un nativo de una tribu semi-aislada de Nueva Guinea (Nombre que le puso el español Iñigo Ortiz de Retes a la isla de Irían) que pusiese las «caras» que le sugerían distintos sucesos para mostrar felicidad, tristeza, etc…
Los resultados no pudieron ser más brutales:
1. Cara de estar feliz por la llegada de un amigo
2. La muerte de un hijo
3 Estar enfadado y a punto de pelearse
4. Ver tirado un cerdo muerto que lleva allí mucho tiempo
Vale pues todo esto es para explicar que mi cara de ayer cuando acabó el debate es la 4.